La configuración electrónica es el modo en el cual los electrones
están ordenados en un átomo.
Estos estados tienen cuatro números
cuánticos: n, l, ml y ms, siendo los dos primeros los más importantes. El
principio de exclusión de Pauli, afirma, en resumen que no puede haber dos
electrones en un mismo átomo con los cuatro valores de los números cuánticos
iguales.
Como los electrones son fermiones están sujetos al principio de
exclusión de Pauli, que dice que dos fermiones no pueden estar en el mismo
estado cuántico a la vez. Por lo tanto, en el momento en que un estado es
ocupado por un electrón, el siguiente electrón debe ocupar un estado
mecano-cuántico diferente.
En un átomo, los estados estacionarios de
la función de onda de un electrón (los estados que son función propia de la
ecuación de Schrödinger HΨ = EΨ en donde H es el hamiltoniano) se denominan
orbitales, por analogía con la clásica imagen de los electrones orbitando
alrededor del núcleo; matemáticamente, sin embargo el orbital, lejos de la
concepción planetaria del átomo, es la zona del espacio que rodea a un núcleo
atómico donde la probabilidad de encontrar un electrón es máxima.